La responsabilidad del Estado y en particular del Ministerio de Salud es la de velar por el derecho a la salud y a la salud sexual

y reproductiva de todas las personas.

La sexualidad, de manera particular, representa una fuerza o potencialidad vital para la protección y conservación de la vida y

el bienestar, pero frente al desconocimiento y los tabúes, puede también dar origen a temores, vergüenza, ansiedad y riesgos

para muchas personas.

Reconocer que el ejercicio de una sexualidad segura, informada y en corresponsabilidad es un derecho fundamental en salud,

es un imperativo público.

Si la salud es un bien de interés público, la vivencia de una sexualidad integral será también un bien esencial y por consiguiente,

es responsabilidad del Estado la formulación de políticas públicas que la promuevan y garanticen. Pero eso no será posible

si no se cuenta con información científica y actualizada que nos dirija hacia donde orientar las acciones que respondan a las

necesidades de la población.

La Primera Encuesta Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva se realizó en el país en el año 2010, bajo la dirección del

Ministerio de Salud y conto con la colaboración de diversas instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil. Cinco

años después la actualización de los datos es una necesidad, esto permitirá redirigir y orientar los programas y acciones que

se han puesto en marcha con el propósito de garantizar el ejercicio de una sexualidad saludable para toda la población.

En las últimas décadas se han producido cambios importantes en la legislación costarricense en torno al reconocimiento y

el ejercicio de los derechos de las mujeres, los cuales a su vez han contribuido a fortalecer y transformar las relaciones de

pareja, así como el papel del hombre en el cuidado de su salud sexual y la de su pareja y su involucramiento en los procesos

de decisión sobre el número de hijas o hijos que desee tener, su participación en el embarazo y parto y la corresponsabilidad

en la crianza.